Fue quien contactó a la familia de la Pulga para sumarlo a la Albiceleste.
La muerte de Omar Souto, histórico gerente de la Selección argentina, generó una profunda conmoción en el mundo del fútbol local. A los 73 años, “Papúa”, como todos lo conocían, dejó un legado enorme tras más de tres décadas de trabajo y contención humana dentro del predio de Ezeiza.
La AFA confirmó la noticia con un emotivo comunicado, decretó tres días de duelo y anticipó que se realizará un minuto de silencio en todos los partidos de la fecha.
Entre los múltiples mensajes de despedida, el más conmovedor fue el de Lionel Messi, quien escribió en su cuenta de Instagram: “Siempre estuviste presente y fuiste la persona que abrió el camino para que la AFA se fijara en mí”.
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Souto dedicó cerca de 30 años de su vida al servicio de las Selecciones Nacionales, desempeñándose como Gerente de Selecciones, rol desde el cual trabajó con una amplia gama de entrenadores y jugadores. Su compromiso leal, su pasión inquebrantable y su calidez humana lo convirtieron en un referente para varias generaciones de futbolistas, que lo consideraban un “segundo padre”.
El momento que selló su lugar en la historia del fútbol argentino fue su participación clave en la gestión para asegurar a Messi en la Selección en 2004. Por encargo del entonces entrenador Hugo Tocalli, Souto fue el primer empleado de la AFA en contactar a la familia del joven rosarino, garantizando su compromiso con la albiceleste frente a la presión de España.
